Creando Espacios en las Escuelas para el Refugio de Nuestra Fauna

octubre 30, 2018

Los planteles escolares por su gestión administrativa e interés científico-educativo proporcionan una oportunidad para la creación de espacios gestionados como laboratorios educativos naturales para el conocimiento de la relación fauna-flora en el equilibrio de los ecosistemas y los seres vivos que los componen.

Una Mini Reserva de Vida Silvestre (MRVS) es un espacio gestionado para ser recuperado a través de la siembra de plantas nativas y endémicas, o sea plantas adaptadas al clima y las características ambientales de la zona. También a este espacio se le puede incorporar otros elementos (piedras, tocones o troncos de árboles muertos, fuentes de agua, nidos artificiales, bebederos, entre otros), de manera que proporcionen refugios a la fauna y la flora silvestre.

Estos espacios gestionados atraen una diversidad de aves, anfibios, reptiles, insectos y mamíferos (por ejemplo murciélagos). Además, favorecen el establecimiento de microorganismos.
Las plantas a utilizar para la creación de estos espacios deben proveer flores ricas en néctar tanto para insectos como para aves. Es importante elegir árboles, arbustos, lianas e hierbas proveedoras de semillas apreciadas por las aves y murciélagos.

Las MRVS pueden establecerse en pequeños espacios, disponibles en el plantel escolar, a manera de “Rincón del Conocimiento de la Naturaleza”. Incluso se pueden recrear utilizando algunos elementos artificiales en el caso de que el plantel no disponga de un terreno con vocación para la siembra.

La arborización con árboles nativos y endémicos en todo el perímetro de los planteles escolares contribuiría a la permanencia de algunos individuos de la fauna representativa de la zona. También, crea las condiciones para convertir el centro educativo en un refugio de especies con alto nivel de adaptación.

Son muchos los beneficios que proporcionan estas pequeñas áreas, entre los que se destacan:

  • La conservación de la naturaleza y la biodiversidad.
  • Sirven como medio de educación ambiental informal.
  • En la medida que nuevas especies de animales las visitan o van apareciendo nuevas especies de plantas traídas por aves y murciélagos al evacuar las semillas de frutos y granos consumidos en otros lugares, se van creando las condiciones para la investigación y el aprendizaje de los estudiantes y los maestros.
  • Permiten a los estudiantes y los maestros familiarizarse con las plantas nativas y endémicas propias de su área o región, muchas de ellas poco conocidas y consideradas como “raras”, aunque estén presentes de forma natural cerca de su entorno.
  • En escuelas localizadas en zonas rurales estas áreas podrían convertirse en espacios que conectan a áreas que aún conservan características de hábitats naturales con una variedad de especies de flora y fauna autóctona de la zona o la región. Así como, en corredores ecológicos para una diversidad de especies animales.

La Fundación Propagas acompaña a cinco escuelas en el establecimiento de Mini Reservas de Vida Silvestre en diferentes zonas del país (Centro Educativo Norberto Luciano Mora, Bayacanes, La Vega; Escuela Básica Arturo Jimenes Sabater, Gurabo, Santiago; Centro Educativo Ayuda a las Familias –ADAF-, Los Guaricanos, Santo Domingo Norte; Centro Multigrado Integrado Caonabo, El Carrizal, Bayaguana; y la Escuela Básica La Gina, en Santo Domingo Norte).

En alianza con el Jardín Botánico Nacional se han realizado las primeras inducciones sobre flora de la isla Española; así como, las pre y post evaluaciones sobre los conocimientos creencias, actitudes y prácticas relacionadas al medio ambiente, la fauna y la flora. Además, se han plantado cientos de especies de flora nativa y endémica, árboles, arbustos, hierbas y bejucos que atraen mariposas, aves, lagartos y a una gran variedad de nuestra fauna más representativa.

¿Quieres tener más información? Escríbenos a info@fundacionpropagas.do