Es Urgente el Rescate del Cinturón Verde de Santo Domingo

octubre 30, 2018

Olvidar la importancia que tiene la protección, el respeto, el cumplimiento y mantenimiento de las áreas verdes, humedales, ríos, arroyos y cañadas que se encuentran en proximidad a comunidades humanas es sentenciarnos hacia terribles impactos que nos mostrarán que nuestras acciones de agresión hacia la naturaleza siempre tienen consecuencias y consecuencias muy serias. En esta oportunidad queremos traer a la atención pública la situación actual del Cinturón Verde de Santo Domingo.

Las áreas verdes en zonas urbanas, humedales y cuerpos de agua son un espacio imprescindible para la vida de nuestras ciudades. Un cinturón verde responde a una política de clasificación de suelos utilizada en la planificación urbana como una estrategia para conservar ecosistemas, áreas de vegetación silvestre, cauces de ríos y otros cuerpos de aguas alrededor o entre núcleos urbanos.

En el año 1993 a través del Decreto No. 183–93 se crea el “Cinturón Verde de Santo Domingo” que en la actualidad abarca al Distrito Nacional y el Gran Santo Domingo, siendo el único territorio de la República Dominicana que ostenta la declaratoria como cinturón verde en la categoría de Parque Urbano, cuyos ecosistemas están sometidos a cumplir con ciertas normativas y regulaciones.

Con esta disposición se pretendía garantizar la calidad del ambiente urbano en el Distrito Nacional, para lo cual era necesario proteger los cursos de agua y las reservas naturales existentes en su entorno. Uno de los principios en la elaboración de esta idea era crear un “parque fluvial”, es decir dar relevancia a la conexión entre los diferentes cuerpos de agua de la ciudad de Santo Domingo para su conservación.

“El Cinturón Verde de Santo Domingo” fue ideado como frontera ecológica, combinación de agua (cañadas, arroyos, ríos, sistemas de lagunas, manglares, humedales), flora y fauna (nativa, endémica y migratoria). Este inmenso patrimonio verde, que en un principio cubría una superficie aproximada de 154 kilómetros cuadrados, cuya superficie en la actualidad ha sido disminuida por el asentamiento urbano en su periferia, ha estado perdiendo su capacidad para cumplir con las funciones para las cuales fue creado:

  1.  Brindarle una adecuada protección a los ríos, arroyos y las múltiples fuentes de agua existentes en el entorno citadino y todo el ámbito territorial del Gran Santo Domingo.
  2.  Contener el crecimiento horizontal de la capital dominicana, definiendo el centro de la periferia a través de una transición suave o que no implicara una ruptura violenta entre lo urbano y lo suburbano.
  3. Resguardar espacios que funcionen como pulmones verdes o reservas ecológicas, para sanear el ambiente, satisfacer la demanda de áreas recreativas y garantizar otros servicios públicos que demanda toda ciudad en crecimiento.

La gestión del Cinturón Verde correspondió en sus inicios al Consejo Nacional de Asuntos Urbanos (Conau), con la colaboración de los Ayuntamientos del Gran Santo Domingo y el Distrito Nacional y el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Luego el Conau es suprimido y sus funciones son asumidas por la Dirección General de Ordenamiento y Desarrollo Territorial (Dgodt) del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (Mepyd). El Cinturón Verde es el único vínculo de interconexión natural que tienen los distintos municipios y asentamientos urbanos que componen el Gran Santo Domingo y la mejor garantía para la preservación del agua que baña y abastece a estos conglomerados humanos. Otra característica importantísima es que desde Santo Domingo establece la conectividad con 2 provincias, 9 municipios, 3 Distritos Municipales y 2 grandes cuencas hidrográficas. A escala municipal vincula o conecta al menos 10 municipios - Distritos Municipales: Bajos de Haina, San Cristobal (Quita Sueño, La Pared, Hato Damas), Pedro Brand, Los Alcarrizos, Santo Domingo Oeste, Santo Domingo Norte, La Victoria, Monte Plata, Guerra, Santo Domingo Este. Hoy los ríos de Santo Domingo son aguas contaminadas y llenas de residuos, una situación insostenible para la salud del ecosistema y de la población urbana. Debido a las características de la institución, la Dgodt solo puede realizar la revisión de solicitudes de construcción en la zona pero tiene como limitante que el mismo Decreto 183 - 93 no le permite hacer una gestión más completa debido a que no está presente en el mismo el elemento de sanción a malas prácticas en las zonas del cinturón además de que la naturaleza misma del Cinturón Verde debería corresponder a otra instancia gubernamental.

Uno de los aspectos que más impactó negativamente al funcionamiento del Cinturón Verde, es que a pesar de la buena intención de su creación, el decreto que da origen a su establecimiento no contaba con la fuerza legal necesaria para garantizar su protección. Ante esta situación, una medida introducida fue elevar a la categoría de área protegida algunas zonas del cinturón, de modo que contaran con un respaldo legal que asegurara una restricción y protección a mayor nivel bajo la jurisdicción del Ministerio de Medio Ambiente. Estas áreas fueron creadas bajo el Decreto 207-02 entre las que se encuentran: El Gran Parque de las Américas, Parque Mirador del Oeste, Parque Mirador Manantiales del Cachón de la Rubia, Parque Mirador Manantiales del Norte y Humedales del Ozama. Esta medida del Ministerio de Medio Ambiente ejecutada desde 2009 ya tiene resultados exitosos en la gestión de algunas de sus zonas con resultados de impacto en el mejoramiento de la calidad de estos ecosistemas.

Desafortunadamente las demás zonas del Cinturón Verde quedaron desprotegidas y fueron convertidas en áreas de asentamiento urbano por procesos de crecimiento y expansión formales e informales y muchas de las zonas se encuentran totalmente arrabalizadas, con altos niveles de contaminación, aguas residuales y desechos sólidos en cantidades exorbitantes que desembocan contaminando a los principales ríos del Gran Santo Domingo como el río Haina, el Ozama e Isabela.

A los 25 años de su creación, el Cinturón Verde es el único vínculo de interconexión natural que tienen los distintos municipios y asentamientos urbanos que componen el Gran Santo Domingo y la mejor garantía para la preservación del agua que baña y abastece a estos conglomerados humanos: Distrito Nacional, Santo Domingo Oeste, Bajos de Haina, Los Alcarrizos, Santo Domingo Norte, Santo Domingo Este y Guerra. Hoy los ríos de Santo Domingo son aguas contaminadas y llenas de residuos, una situación insostenible para la salud del ecosistema y de la población urbana.
El Cinturón Verde constituye la principal obra de carácter ecológico, social y urbanístico del Gran Santo Domingo, pues día a día crecen los asentamientos y no se crea ningún espacio verde que le brinde este servicio vital para la calidad de vida de la ciudadanía. Nuestras acciones tienen consecuencias y el caso del Cinturón Verde lo ha revelado de forma muy clara.

Una escena conmovedora en las últimas semanas del mes de julio de este año 2018, cuya noticia ha trascendido a la prensa local e internacional y redes sociales, fue notar la costa sur del Distrito Nacional con toneladas de plásticos y materia orgánica, arrastrados por el caudal de los ríos Ozama e Isabela luego de las torrenciales lluvias provocadas por el paso de la tormenta Beryl. Por mucho tiempo se ha focalizado la atención en la problemática del río Ozama por la contaminación presente en el mismo. La situación del río Ozama es apenas uno de los síntomas de un problema mayor. El problema de raíz ha sido el olvido y desprotección del Cinturón Verde. Rescatemos hoy al Cinturón Verde de Santo Domingo para que mañana nuestra costa sur de Santo Domingo esté libre de residuos sólidos en sus aguas.

La historia puede ser revertida y eso depende de todos los ciudadanos. Hoy como FUNDACIÓN PROPAGAS hemos decidido dar nuestro primer paso de compromiso por el rescate del Cinturón Verde.
En su compromiso con la protección de la naturaleza, la FUNDACIÓN PROPAGAS hace un llamado de urgencia al país ante los impactos revelados por la aparición de una enorme cantidad de desechos en las costas de Santo Domingo,que tienen su origen aguas arriba por el olvido, irrespeto, contaminación y discontinuidad de acciones de protección al Cinturón Verde que fue creado pensando en el bienestar de los ecosistemas y poblaciones urbanas.

NUESTRA PROPUESTA

Estamos a tiempo de rescatar este pulmón verde del Gran Santo Domingo para la conservación de especies de flora y fauna representativas del “Bosque Húmedo Tropical” en proximidad a fuentes acuíferas, y un área que aporte servicios medioambientales y recreativos para su población. Para lograrlo, la FUNDACIÓN PROPAGAS propone que se desarrollen diversas medidas, entre las que se encuentran:

  1. Asignar como instancia responsable del Cinturón Verde, a partir de la consulta con diferentes actores importantes del sector ambiental del país, al Ministerio de Medio Ambiente, por la naturaleza de sus funciones y las características de áreas naturales y ecosistemas que lo integran, pues a la fecha actual de forma efectiva no existe una gestión activa que se esté ocupando de su protección.
  2. Reforzar la protección de las áreas protegidas dentro Cinturón Verde en un proceso de colaboración junto al Ministerio de Medio Ambiente a través del Programa de Restauración de Humedales, labor que el Ministerio viene realizando desde el 2009.
  3. Mejorar la calidad de vida donde hay asentamientos urbanos mediante la creación de humedales artificiales a bajo costo y de poco mantenimiento que sirvan como barreras para evitar la invasión de nuevos asentamientos. Con este propósito, un grupo de organizaciones no gubernamentales bajo el liderazgo de la Fundación Propagas, The Nature Conservancy, y el Fondo de Agua Santo Domingo implementarán diversas acciones.
  4. Generar una respuesta de la voluntad política en el Estado para reforzar la base jurídica que crea el Cinturón Verde, de manera que el instrumento legal se adecue, contextualice y fortalezca para que se asegure la protección urgente del mismo. Es menester que todas las instancias oficiales, organizaciones de la sociedad civil y las comunidades periféricas, implementen acciones conjuntas en defensa del Cinturón Verde de Santo Domingo.
  5. Integrar a este proceso la colaboración de los Ayuntamientos, por la responsabilidad que tienen los mismos en la ordenación y planificación urbana y como gestores de los residuos sólidos. Los ayuntamientos son los responsables de permitir el desarrollo de asentamientos humanos precarios ubicados en zonas muy frágiles como la Barquita, Domingo Sabio y otros, afectando gravemente el Cinturón Verde.
  6. Demandar el cumplimiento del Artículo 6 del Decreto No. 183-93 que dispone la preservación de los bosques de galerías, es decir bosques localizados en proximidad a fuentes de agua, existentes en una franja de 100 metros a cada lado (ambas márgenes) de los ríos Haina, Isabela, Higüero, Savita, Guanuma, Comate, Comatillo, Ozama y Yabacao; así como una franja de 50 metros para los arroyos y de 30 metros para los demás cursos de agua existentes dentro de la cuenca hidrográfica del Río Ozama y sus afluentes.
  7. Desarrollar un Programa de voluntarios conformado por estudiantes y comunitarios a fin de capacitarlos para la toma de acciones que contribuyan con la salud de los ríos, así como un componente de educación ambiental.
  8. Implementar un programa de reciclaje de desechos sólidos como actividad productiva en las comunidades del Cinturón Verde y restablecer la protección militar que de soporte a la gestión técnica como se realizaba en sus primeros años de gestión.
  9. Actualizar la cartografía existente del Cinturón Verde desde las autoridades oficiales para la ampliación de la zona ambiental “A” con el Decreto 138- 96, las zonas distritales y provinciales actualizadas así como también las zonas donde ha perdido terreno desde su creación.